Historia de los mundiales (parte 1)
Uruguay 1930
El 5 de julio de 1930 el barco "Conde Verde" atracó en el puerto de Montevideo, tres semanas después de su partida desde Europa. A bordo llegaban jugadores yugoslavos, belgas y rumanos, más los brasileños que habían subido en Río de Janeiro. El buque traía también el trofeo por el que pelearían 7 equipos americanos y 4 europeos. Finalmente, después de varias idas y venidas, el primer Campeonato Mundial de Fútbol de la historia iba acomenzar.
Francia y México fueron los encargados de inaugurar el campeonato en un partido que resultó ser una goleada para los galos por 4 a 1. Al cabo de unos días las cosas resultaron como todos esperaban: los dos favoritos, Uruguay y Argentina, se deshicieron de sus rivales de zona y accedieron a semifinales. Yugoslavia, que consiguió dejar afuera a Brasil, y Estados Unidos, con unos cuantos jugadores escoceses nacionalizados, eran los otros dos semifinalistas.
En las semifinales tampoco hubo sorpresas. Uruguay y Argentina ganaron sendos partidos por 6 a 1 y definieron el mundial el 30 de julio en el nuevo estadio Centenario de Montevideo y con 30.000 hinchas porteños. Argentina levantó el partido en el primer tiempo y se puso 2 a 1 con goles de Peuccelle y de Stabile, el goleador del campeonato. Pero el sueño argentino se derrumbó. Fue 4 a 2 para Uruguay en la final, llevándose el trofeo Jules Rimet.
Estadísticas
Espectadores : 434.500
Patidos jugados : 18
Empates : 0
Goles: 70
Promedio de goles: 3,88
Partido con más goles: Argentina 6 México 3
Máxima goleada: Argentina 6 EE.UU. 1 Uruguay 6 Yugoslavia 1
Máximos Goleadores
Stabile (Argentina) 8
Cea (Uruguay) 5
Stabile (Argentina) 8
Cea (Uruguay) 5
Subiabre (Chile) 4
Italia 1934
La Italia fascista de Benito Mussolini fue la encargada de organizar el segundo Campeonato Mundial de Fútbol. El mismo en persona había conseguido que su país fuera designado como sede del torneo: para el fascismo se trataba de demostrarle al mundo la supremacía de la nación italiana aún cuando la "squadra azzurra" formaría con cuatro estrellas argentinas nacionalizadas italianas.
Con los octavos de final como primera fase, el 27 de mayo comenzó el campeonato. Los italianos destruyeron 7 a 1 a los Estados Unidos y junto con los americanos desaparecieron de la grilla los pocos equipos que habían llegado del otro lado del Atlántico: Brasil perdió ante España por 3 a 1 y Argentina, con sus mejores jugadores en el seleccionado local, cayó ante Suecia por 3 a 2. Uruguay se había negado a participar.
En cuartos de final para Italia las cosas ya no fueron tan sencillas. Para conseguir un lugar en semifinales tuvieron que ganarles en un partido de desempate a los españoles, con quienes habían igualado en el primer encuentro. Austria tampoco fue fácil, había derrotado a Francia y era el favorito. Pero los locales ganaron 1 a 0 y se convirtieron en finalistas. Solo faltaba vencer a Checoslovaquia.
El 30 de mayo Mussolini y todos los funcionarios del partido fascista estuvieron presentes en la final. Aunque nadie lo podía preveer, ese autoritarismo popular terminaría cinco años después en la Segunda Guerra Mundial. Lo cierto es que el encuentro comenzó entre saludos fascistas y vivas a Mussolini, pero en el segundo tiempo, a sólo 20 minutos del final, los checos se pusieron en ventaja y toda Italia enmudeció. Los jugadores italianos se desesperaron por vencer al arquero rival y Checoslovaquia aguantó los ataques una y otra vez. Hasta que el argentino Orsi recibió un pase de su compatriota Guaita, esquivó al arquero y consiguió el empate. En el alargue el notable Schiavo marcó el tanto de la victoria e Italia se quedó con la tan ansiada Copa del Mundo.
Estadísticas
Espectadores: 395.000
Patidos jugados : 17
Empates: 1
Goles : 70
Promedio de goles: 4,11
Partido con más goles : Italia 7 EE.UU. 1
Máxima goleada: Italia 7 EE.UU. 1
Máximos Goleadores
Schiavio (Italia) 4
Conen (Alemania) 4
Nejedly (Checoslov.) 4
Schiavio (Italia) 4
Conen (Alemania) 4
Nejedly (Checoslov.) 4
A pesar de las quejas de los sudamericanos, la FIFA dispuso que en 1938 el Campeonato Mundial se jugara otra vez en Europa. En épocas en que todo el Viejo Continente se agitaba ante los fantasmas de la guerra y el totalitarismo, Francia, la tierra de la libertad, la igualdad y la fraternidad, fue el lugar elegido para darle la última oportunidad a la paz. El 5 de julio, la pelota se echó a rodar en París. Cerca, silvaban las balas del franquismo.
El inicio tuvo sorpresas. La primera la dio Cuba al eliminar a Rumania. La segunda estuvo en manos de de Suiza, que dejó fuera de combate a nada menos que a Alemania. Al equipo germano los cinco jugadores de la recién anexionada Austria hitleriana no le alcanzaron para salvar el honor. Envalentonados, con el apoyo de toda Francia, y después de ir perdiendo 2 a 0, los suizos dieron vuelta el resultado y ganaron 4 a 2. Fue una hazaña futblística que pasaría a la historia y, también, un símbolo de la gente contra el militarismo nazi.
Los campeones del mundo tampoco arrancaron bien. En su debut, los italianos tuvieron que esforzarse para vencer en el alargue a una débil selección noruega y estuvieron a punto de caer. Pero en adelante, la "squadra azzurra" empezó a andar con paso firme. Tras dejar fuera a los locales con un 3 a 1, Italia se deshizo de Brasil que ya esbozaba un fútbol tan bello como efectivo. El mismo Brasil que había eliminado a Checoslovaquia en un partido de desempate.
En la definición del torneo fue el equipo húngaro el que se dispuso a arrebatarle el título a Italia. Hungría había coronado un rendimiento excelente destrozando a Suecia por 5 a 1 en semifinales y toda Francia estuvo de su lado: había que derribar a la Italia fascista. Pero no pudo ser. En la cancha los azzurri fueron superiores, y con un 4 a 2 se llevaron la Copa de regreso a casa. Por desgracia, deberían guardarla durante mucos años, se avecinaban tiempos de guerra.
El inicio tuvo sorpresas. La primera la dio Cuba al eliminar a Rumania. La segunda estuvo en manos de de Suiza, que dejó fuera de combate a nada menos que a Alemania. Al equipo germano los cinco jugadores de la recién anexionada Austria hitleriana no le alcanzaron para salvar el honor. Envalentonados, con el apoyo de toda Francia, y después de ir perdiendo 2 a 0, los suizos dieron vuelta el resultado y ganaron 4 a 2. Fue una hazaña futblística que pasaría a la historia y, también, un símbolo de la gente contra el militarismo nazi.
Los campeones del mundo tampoco arrancaron bien. En su debut, los italianos tuvieron que esforzarse para vencer en el alargue a una débil selección noruega y estuvieron a punto de caer. Pero en adelante, la "squadra azzurra" empezó a andar con paso firme. Tras dejar fuera a los locales con un 3 a 1, Italia se deshizo de Brasil que ya esbozaba un fútbol tan bello como efectivo. El mismo Brasil que había eliminado a Checoslovaquia en un partido de desempate.
En la definición del torneo fue el equipo húngaro el que se dispuso a arrebatarle el título a Italia. Hungría había coronado un rendimiento excelente destrozando a Suecia por 5 a 1 en semifinales y toda Francia estuvo de su lado: había que derribar a la Italia fascista. Pero no pudo ser. En la cancha los azzurri fueron superiores, y con un 4 a 2 se llevaron la Copa de regreso a casa. Por desgracia, deberían guardarla durante mucos años, se avecinaban tiempos de guerra.
Estadísticas
Espectadores: 483.000
Patidos jugados : 18
Empates: 3
Goles: 84
Promedio de goles: 4,66
Partido con más goles : Brasil 6 Polonia 5
Máxima goleada: Hungría 8 Indias Holandesas 0
Máximos Goleadores
Leónidas (Brasil) 8
Szengeller (Hungría) 7
Piola (Italia) 5
Brasil 1950
Doce años pasaron hasta que la FIFA pudo volver a organizar un Campeonato Mundial. Durante la Segunda Guerra, la copa "Jules Rimet" había sido bien guardada por los italianos en la caja fuerte de un banco romano y ahora la volverían a poner en juego. Con una Europa desvastada a Brasil le resultó fácil convertirse en sede de la cuarta edición de la competencia. Tras varios retiros, entre ellos el de la Argentina por diferencias con el Comité Deportivo Brasileño, 13 selecciones se midieron divididas en cuatro zonas, de las que salio una quinta para la definición.
El 24 de junio de 1950, en el fastuoso estadio Maracaná de Río de Janeiro, 160.000 personas gritaron la goleada de Brasil en el partido inaugural: un 4 a 0 contra México no estaba nada mal.
Pero la alegría brasileña del debut estuvo a punto de desaparecer tras el empate con Suiza: repentinamente, los dueños de casa vieron amenazada su clasificación y deberion enfrentar a Yugoslavia a ganar o ganar. El partido se disputó en San Pablo y resultó un trámite rápido: un cómodo 2 a 0 llevó a Brasil a la segunda fase.
Junto a los locales, en la ronda final midieron Uruguay, Suecia y España. Sorpresivamente, el bicampeón Italia e Inglaterra, que jugaba por primera vez un Mundial de la FIFA, habían quedado afuera. Aquella inesperada derrota de los ingleses frente a Estados Unidos y la posterior caída británica frente a España pasarían a la historia. Pero la definición del campeonato fue aún más memorable.
Ganando sus respectivos partidos, Brasil y Uruguay debieron enfrentarse en una virtual final. Esta vez, a los locales les alcanzaba con empatar y el país festejaba antes de tiempo. El Maracaná se volvió a llenar.
Brasil empezó de manera inmejorable con un gol de Friaça y terminó el primer tiempo en ventaja. Por entonces, en Río de Janeiro nadie pensaba en otra cosa que no fuera en una nueva goleada. Pero en la segunda etapa Schiaffino empató y algo empezó a cambiar. Finalmente fue Ghiggia el que anotó y terminó con todo: Uruguay ganó 2 a 1 y se consagró bicampeón del mundo en el estadio que los brasileños habían construído para verse triunfar. Ni el título de goleador al delantero Ademir ni el éxito financiero les sirvieron de consuelo.
El 24 de junio de 1950, en el fastuoso estadio Maracaná de Río de Janeiro, 160.000 personas gritaron la goleada de Brasil en el partido inaugural: un 4 a 0 contra México no estaba nada mal.
Pero la alegría brasileña del debut estuvo a punto de desaparecer tras el empate con Suiza: repentinamente, los dueños de casa vieron amenazada su clasificación y deberion enfrentar a Yugoslavia a ganar o ganar. El partido se disputó en San Pablo y resultó un trámite rápido: un cómodo 2 a 0 llevó a Brasil a la segunda fase.
Junto a los locales, en la ronda final midieron Uruguay, Suecia y España. Sorpresivamente, el bicampeón Italia e Inglaterra, que jugaba por primera vez un Mundial de la FIFA, habían quedado afuera. Aquella inesperada derrota de los ingleses frente a Estados Unidos y la posterior caída británica frente a España pasarían a la historia. Pero la definición del campeonato fue aún más memorable.
Ganando sus respectivos partidos, Brasil y Uruguay debieron enfrentarse en una virtual final. Esta vez, a los locales les alcanzaba con empatar y el país festejaba antes de tiempo. El Maracaná se volvió a llenar.
Brasil empezó de manera inmejorable con un gol de Friaça y terminó el primer tiempo en ventaja. Por entonces, en Río de Janeiro nadie pensaba en otra cosa que no fuera en una nueva goleada. Pero en la segunda etapa Schiaffino empató y algo empezó a cambiar. Finalmente fue Ghiggia el que anotó y terminó con todo: Uruguay ganó 2 a 1 y se consagró bicampeón del mundo en el estadio que los brasileños habían construído para verse triunfar. Ni el título de goleador al delantero Ademir ni el éxito financiero les sirvieron de consuelo.
Estadísticas
Espectadores : 1.337.300
Patidos jugados : 22
Empates: 3
Goles: 88
Promedio de goles: 4
Partido con más goles : Uruguay 8 Bolivia 0 , Brasil 7 Suecia 1
Máxima goleada: Uruguay 8 Bolivia 0
Máximos Goleadores
Ademir (Brasil) 7
Schiaffino (Uruguay) 5
Basora (España) 5
Etiquetas: Mundiales
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